Henri Cartier-Bresson.

The Decisive Moment- Henri Cartier-Bresson.

Del pequeño documental me quedó muy plasmada la primera idea que menciona Bresson al respecto de la relación entre el dibujo y la fotografía y cómo se hacen a través de pura intuición, en un momento efímero e irrepetible. Esa idea de la imposibilidad de la duplicidad de los acontecimientos de la vida cotidiana es lo que de alguna forma logra dar un valor único a las fotografías de Cartier-Bresson y es por la idea del registro instantáneo de momentos únicos. A partir de la idea de la colección fotográfica y considerando la fotografía como una actividad de producción prolífera, a mi opinión, la actividad de hacer fotografías no es por naturaleza desinteresada de la documentación. Documentamos todo a través de la creación de estas representaciones visuales, sin embargo, eso no significa que consecuentemente la acción de documentar esté directamente conectado con el uso político o funcionalidad social que se le puede contar a la documentación visual como parte del oficio de reportaje.

La idea de poder encontrar naturalmente dentro de una escena, esta forma de orden o estructura geométrica es una idea que personalmente me gustaría poder explorar más a fondo. Incluso si se trata de establecer o romper estas relaciones entre la geometría y la naturaleza de una escena, poder reconocer en un inicio este tipo de estructuras ayudaría en gran manera a poder establecer casi automáticamente una composición dinámica en las fotos.

Siempre he creído que para tomar un buen retrato, debía de existir esta relación entre el fotógrafo y la persona, a través de la cámara como un mediador. Entre más profunda fuese esta conexión, mejor sería la foto. Y en algunos casos puede que sea verdad, no nos aislamos al pensamiento unilateral de que existe una fórmula o una verdad universal para tomar un buen retrato, no obstante, sí pienso que si existe esta profundidad sentimental, emocional o al menos un sentimiento de respeto, se notará en el producto final. Reiterando la idea anterior, si no es que la idea principal, cuando Bresson empieza a hablar acerca de lo que él considera como el momento 'decisivo', es un instante, muy breve, puede durar un minuto pero en ciertos casos, la fracción de un segundo. Esta brevedad, esta idea de lo efímero, de la impertinencia de las cosas es lo que de alguna forma u otra le da un gran valor a este tipo de fotografías. No existe un proceso de racionalización o estructuración previo para estas, el punto en no pensar y sólo tomar la foto. Partir de un momento de espontaneidad pura ante cualquier acontecimiento y pensar que podemos transformar, enmarcar, perdurar; creer que una eternidad cabe en un segundo.

Finalmente, una última idea que me pareció muy interesante es la idea de que no existe nada nuevo sino que existen diferentes acomodaciones, colocaciones, formas de enfoque y sistemas de encuadre. El problema de la producción fotográfica es el poder tener ingenio. A través de la historia podemos ver los cambios que ha tenido el mundo, las personas, las sociedades. Estos cambios nos reafirman cada vez más la idea del tiempo y cómo nos vamos descontextualizando de los años pasados y cómo vamos construyendo nuevas formas, medios y caminos que nos brindan nuevas posibilidades para la fotografía. La consistencia del trabajo es fundamental para poder crecer fuera de los marcos que se imponen sobre nosotros cada vez más explícitos, más en una era tan inmersa en el internet y los medios de comunicación que nos bombardean cada vez más con la idea de la fotografía como capital, como propaganda. Me quedo con la idea de que la fotografía puede ser muchas cosas, puede incluso llegar a ser un terso y suave beso así como también puede ser un arma violenta.